jueves, 10 de julio de 2014

Una Técnica: El paraíso siempre está.. ya es.

Hoy quiero compartir con ustedes una técnica para dejar de lado esos pensamientos y emociones sufridas y dolorosas. Cuando estamos en situaciones o épocas de preocupación tendemos a interpretar nuestra realidad mediante nuestro estado de ánimo. Es frecuente escuchar "vaya día de mierda", "fuerte coñazo de sitio", "me aburro", y un largo etcétera. 

Sin embargo, cuando todo va bien... tenemos experiencias pseudo-espirituales en las que solo escuchar el canto de un pájaro nos produce placer.

Parto una premisa muy importante y que tiene mucho poder: LAS EMOCIONES NEGATIVAS LLAMAN A LAS EMOCIONES NEGATIVAS... ES DECIR SE RETROALIMENTAN.  Tras las emociones siempre hay conductas, es decir, lo que he decidido hacer para "disfrutar" o "quitarme esta emoción de encima.

¿Qué nos hace pensar pues que fomentar emociones positivas en nuestro día a día no atraerá EMOCIONES POSITIVAS IGUALMENTE?. Es un echo. A MÁS EMOCIONES POSITIVAS tengas, más irán apareciendo. ¿Esto parece sencillo verdad?, muchas veces no lo es tanto. Realmente es una cuestión de elección y supone un esfuerzo. Sobre el esfuerzo a un cambio ya he escrito en una anterior entrada y la relaciono al final de esta entrada.

La realidad es la que es... creo que entiendes bien que según como te sientas verás una cosa u otra. Pero te quiero desvelar el secreto de esta técnica. El paraíso siempre está, y el paraíso es gratuito.

Dos amigos quedan para tomar algo, uno sumido en sus problemas desea charlar con el otro, que realmente tiene un buen día. Ambos van a tomar algo, y tras la charla el que se encuentra bien comenta, ¿qué agradable el camarero verdad? El otro responde...sí si.. es verdad.

Aunque el que se siente mal, haya notado que el camarero es amable, en ningún momento hizo esfuerzos por conectar emocionalmente con él, pues el que estaba mal está "disfrutando" de su emoción. El otro sin embargo, ha disfrutado de la presencia del camarero, y le ha cargado de energía, ha sentido su felicidad y también su amor. Ha conectado emocionalmente con él.

El truco de esta técnica no es otro que observar, observa.... observa mucho y observa bien. Siempre, y digo siempre puedes encontrar un paraíso en aquello que estás viviendo, del mismo modo que si tu observación está guiada por la ansiedad encuentras el infierno. 

Normalmente va a ser por medio de los sentidos, aquí la cabeza no tiene mucho que ver. Conectando con cosas que están pasando, podrás ir obteniendo buenos humores del entorno, y compensando los malos humores y preocupaciones.

Es muy sencillo, y de tan sencillo asusta pues cuesta, merece un esfuerzo considerable el dar de lado a los pensamientos y emociones negativas. 

El paraíso se va a definir pues de pequeños detalles, tu concentración tiene que estar en esos pequeños detalles, pues pasan a cada momento. Sabes de lo que estoy hablando porque los has vivido muchas veces. 

Una sonrisa, mirar los coches pasar, escuchar una canción que suena a lo lejos, escuchar una canción que suena cerca, un buen gesto de un desconocido, hacer un buen gesto a un desconocido, disfrutar de la pisada, disfrutar de la respiración, disfrutar de cerrar los ojos, disfrutar de abrirlos, disfrutar de la charla que estoy teniendo... (solo hay que atender al otro, no a mí mismo), el tacto del agua en la playa, tirar una piedra a un charco, fregar los platos y sentir el jabón, mirar cómo da vueltas la lavadora.... 

El paraíso es individual e infinito, y sucede, sucede a cada momento. Pero es una cuestión de elección y atención el quererlo disfrutar.

Termino con este vídeo como ejemplo de lo que estoy hablando. Lo complicado del Paraíso es que es muy muy sencillo, y eso va en contra a la hypercomplejidad de esta sociedad tan exigente y neurótica. 

Espero que te pueda ayudar y que puedas encontrar el Paraíso en tu día a día.



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